sábado, 13 de febrero de 2010

En torno al Amor.




Amalgamas de insomnio 2.



Rememorando el Fedro, Platón describe al amor como un estado de locura, es así que al igual que un dios poderoso, el enamorado posee este estado por la ausencia del ser amado, este amante no posee el objeto de su deseo, porque entonces ya no habría amor y aún así tampoco se encuentra desposeído de él, porque ni siquiera lo podría amar.
Es en este acto de amor que vive el amante en su estado de locura, donde se gesta la belleza, por que bajo el ala del puro amor, el alma asciende a la contemplación de la belleza, de lo bello en sí; es lo ideal y lo eterno.
De ahí que se los califique de locos, hacen de su vida terrena un mundo ideal por sobre lo mundano, este estado de locura permite ver valores que los simples mortales no vemos porque son invisibles a los ojos de los que no aman.
Platón indudablemente plantea al amor como un deseo, el deseo de lo bello, aquello que tanto busca y que no posee, esto genera delirio y un afán apasionado; sería entonces este estado el que mejor describiera las sensaciones vividas por el compositor Gustav Von Aschenbach en la obra cinematográfica de Visconti, “Muerte en Venecia” inspirada en la obra homónima del escritor alemán Thomas Mann, Aschenbach enfermo y consciente del poco tiempo que le queda de vida, huye de su vida para refugiarse en Venecia, es allí donde conoce a Tadzio, un adolescente de sobrecogedora belleza.
Tadzio representación terrena de la belleza, objeto de deseo, expresión de juventud que Aschenbach ha perdido. Otro amor de leyenda, Visconti hace tangible el deseo de Adriano por Antinoo, los vuelve contemporáneos demostrando así lo infinito del estado del amor a través del tiempo, distintas épocas, un mismo deseo.
Visconti habrá pensado en los bustos de Antinoo para imaginarse a Tadzio? Si no fue así es una gran coincidencia; aunque el parecido es extraordinario una cosa es segura, el amor es un estado de locura, ese estado que nos lleva más allá de lo cotidiano, donde la percepción del tiempo es otra y podemos afirmar que somos partícipes de la belleza en la tierra, convertidos en desequilibrados ese estado nos desestabiliza y lo conocido se vuelve superfluo al lado del deseo fervoroso que sentimos, queremos compartirlo con todos, pero los demás no comprenden de lo que hablamos……

1 comentario: